lunes, 22 de junio de 2009

Si puedo romper las olas de incredulidad
y divisar en tu risa el filo del mar
yo sabre que en mi inocencia esta ese lugar
de donde fui desterrado y debo regresar.
Me confundi demasiado, no quiero volver
a caminar desolado por rutas sin fe
.
Debo subirme a esta barca y debo recorrer
con mis hermanos las aguas del alma y del ser.
y en esta nueva nave no hay capitan.
Aunque amenaza el ego,
hoy no podran sacarnos del camino
y tampoco anclar esta barca de sueños
y de amistad

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